📧 El phishing y el smishing (recibir un mensaje fraudulento por correo electrónico o por SMS, respectivamente) son dos de las modalidades de estafa más habituales en la cual se hacen pasar por una entidad conocida (empresa de mensajería o banco) con el objetivo de conseguir información confidencial de la víctima como contraseñas o datos bancarios.
🔍 Para evitar caer en estas estafas es importante aprender a diferenciar un mensaje real del banco o de la empresa de mensajería de uno que no lo es.
⚠️ Según podemos leer en un artículo publicado en La Vanguardia, lo primero es fijarse en el remitente. Si es el nombre oficial de la entidad, sin fallos ni números, puede ser real. Si por el contrario es una palabra diferente, mal escrita o que incorpora dígitos, sospechad.
👀 Si el mensaje llega per correo electrónico, comprobad la calidad del mensaje. Si es demasiado simple o no está claro, probablemente sea falso. Vigilad también si contiene faltas de ortografía o fallos en la parte escrita.
💳 Un último elemento a tener en cuenta... si os piden datos personales como contraseñas, teléfono o número de la tarjeta, definitivamente es un fraude. No descarguéis archivos adjuntos ni cliquéis en enlaces.
➡️ Ampliad la información en el siguiente artículo: